16 may 2012

Subastado por 7,6 millones el diamante 'Beau Sancy'


La joya de 34,98 quilates ha pertenecido a cuatro casas reales distintas durante los últimos 400 años




El diamante Beau Sancy, una piedra preciosa cuyo mayor valor reposa en los 400 años de historia que alberga -del amor a las alianzas imperiales y del ocaso al renacimiento de algunas de las más importantes monarquías de Europa- fue adjudicado hoy por 9,7 millones de dólares (7,6 millones de euros) en una subasta celebrada en Ginebra.
El precio estimado por la casa Sotheby's, que la puso en venta, se ubicaba entre los dos y cuatro millones de dólares.
Al término de la primera sesión de la subasta, el responsable de la división europea de Sotheby's, Philipp von Wurttemberg, comentó a los periodistas presentes que el comprador "en realidad no adquirió un diamante, sino arte e historia".
Consideró que el precio alcanzado fue "muy bueno" para una gema histórica de este tipo y destacó la rareza de su corte.
Con sus 34,98 quilates, se trata de uno de los diamantes históricos más importantes de todos los tiempos en haber sido subastado, tras pertenecer a cuatro casas reales y haber sido la pieza privilegiada de coronaciones y bodas, aunque también sirvió más de una vez para pagar las deudas de familias reales.
Supuestamente encontrada en alguna mina de lo que es hoy el estado indio de Andhra Pradesh (único origen de diamantes hasta que en 1725 se descubrieron minas en Brasil), elBeau Sancy fue adquirido en la segunda mitad del siglo XVI en Constantinopla por el diplomático y agente financiero Nicolas Harlay de Sancy, que la vendió al Enrique IV, rey de Francia.
El monarca la adquirió como obsequio para su mujer, María de Médicis, quien la utilizó en 1610 en la ceremonia de su propia coronación y ansiaba mucho el diamante, sobre todo después de saber que Sancy había vendido un diamante todavía más grande al rey Jacobo I de Inglaterra.
La historia del "Beau Sancy" empezó allí y lo llevó hasta la familia imperial de Prusia cuatrocientos años después, luego de haber pertenecido a las familias reales de Francia, de Inglaterra y a la Casa de Orange de Países Bajos, que de hecho la adquirió a María de Médicis, quien al ser asesinado su marido cayó en desgracia y tuvo que exiliarse en Holanda, donde le sirvió para pagar sus deudas.
Los 80.000 florines que en ese entonces se pagó por el histórico diamante constituyeron el gasto estatal más importante del año 1641 en Países Bajos.
La piedra preciosa llegó luego a Inglaterra para fortalecer alianzas entre la Casa Real Inglesa y la de Orange, para pasar en 1702 a ser propiedad de Federico I de Prusia, quien la convirtió en el ornamento principal de su corona.
El diamante ha pasado desde entonces de generación en generación dentro de la colección de la Casa de Prusia hasta ser heredada por quien era hasta ahora su propietario, el príncipe Jorge Federico de Prusia.
Se considera que ésta es la piedra preciosa más antigua e importante en llegar al mercado del arte, lo que contribuyó al valor que alcanzó.
Sotheby's también subastó en la misma sesión la "Tiara Murat", una diadema de perlas y diamantes diseñada en 1920 por el famoso joyero parisino Joseph Chaumet para la boda de Yvonne Gillois y el príncipe Alexandre Murat, de la familia Bonaparte.
Esa pieza alcanzó un precio de 3,8 millones de dólares, frente a una estimación inicial entre 1,5 y 2,5 millones de dólares.
El valor estimado más alto de la subasta (entre 3,55 y 5,5 millones de dólares) correspondió a un diamante de 36,43 quilates y de un nivel de pureza y transparencia excepcionales, que sólo corresponde al 2 por ciento de las que se encuentran en el mundo, y ubicada en la gama más alta de la escala de color.
Valorado entre 3,5 y 5,5 millones de dólares, esta pieza partió por 4,1 millones de dólares, con lo que a pesar de su indudable mayor pureza no pudo ni siquiera llegar a la mitad de lo que un comprador anónimo pagó por teléfono por el Beau Sancy, derrotando a otros postores de Asia, Norteamérica y Europa.
En la víspera, la casa Christie's adjudicó por 37,6 millones de dólares -casi el doble de lo estimado- una colección de 70 joyas pertenecientes a la multimillonaria y filántropa Lily Safra.
Los beneficios de esa venta, que también tuvo lugar en Ginebra, serán destinados a veinte organizaciones benéficas.


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