Imagen de una garrapata. (James Lindsey at Ecology of Commanster)
- El virus se transmite, especialmente, a través de la picadura de garrapatas.
- Los expertos avisan del riesgo de transmisión entre la población.
- Entre sus síntomas figuran la fiebre alta, sangrado por la nariz o por el tubo digestivo, trastorno de la coagulación o grandes hematomas.
El hallazgo lo han efectuado miembros del Centro de Rickettsiosis y Enfermedades Transmitidas por Artrópodos Vectores del Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (Cibir), que, desde hace tres años, desarrollan un proyecto para determinar la circulación o no en España de este virus que produce la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, cuyo potencial letal es de hasta un 30%.
El director de este Centro de Rickettsiosis, José Antonio Oteo, ha explicado que este hallazgo indica que existe el riesgo potencial para la población de transmisión de esta enfermedad en España, dado que el virus se trasmite, sobre todo, por picadura de garrapatas, aunque también de persona a persona por contacto con carne de animales infectados o con sangre de enfermos.
Oteo ha añadido que, hasta la fecha, no se conoce ni hay constancia de la existencia de casos humanos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en España.
Entre los síntomas de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que tiene un periodo de incubación de entre tres o cuatro días de sufrir una picadura de garrapata, figuran la fiebre alta, sangrado por la nariz o por el tubo digestivo, trastorno de la coagulación o grandes hematomas.
José Antonio Oteo ha señalado que, hasta ahora, no se había detectado en esta zona occidental de Europa la existencia de este virus, pero, en las primeras investigaciones, parece que su origen no es europeo, como el ya encontrado en distintas áreas de Grecia, de la Federación Rusa y de los Balcanes.
Oteo ha precisado que los primeros datos parecen indicar que el virus encontrado en esta garrapata, denominada Hyalomma lusitanium, es similar a los ya detectados en países africanos y que ha podido llegar a España a través de las aves migratorias o mediante el movimiento de ganado.
Varios ejemplares de esta garrapata se hallaron en mayo en ciervos que se encontraban en el sudoeste de España, por lo que la hipótesis que barajan los investigadores es que "puede existir una alta posibilidad de que también circule por otras zonas de la Península Ibérica".
Este proyecto de investigación, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, avanzará en esa línea de trabajo para establecer si se detectan o no más virus en este tipo en la citada garrapata o en otras en distintas zonas de España.
Oteo cree que la hipótesis inicial, que hay que investigar y constatar, indica que existen condiciones para que circule en España y, si ello se confirma, cabe la posibilidad de que pueda extenderse a otros países de Europa occidental.
Ha insistido en la importancia de que las personas se conciencien sobre el hecho de que "las garrapatas transmiten enfermedades", por lo que hay que adoptar medidas preventivas como ir adecuadamente vestidos cuando se camina por el monte o por el campo para evitar que estos artrópodos vectores puedan picarles.
También es importante que los facultativos sean conscientes de que las enfermedades que transmiten las garrapatas son "emergentes" y, ha indicado, "deben pensar en ellas a la hora de diagnosticar", aunque "el riesgo de detectar algún caso es bajo, de momento".
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