Aunque el volcán ha presentado un descenso en las exhalaciones de vapor de agua y ceniza, México no quiere reducir el nivel de alerta y estar así capacitado, por si la situación revierte, para evacuar a las más de 28.000 personas que podrían verse afectadas al residir en lugares muy cercanos al volcán.
La ceniza no ha dejado de caer desde hace cinco días consecutivos en unas 15 poblaciones cercanas al volcán, y aunque el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) ha informado que en las últimas horas sólo cinco exhalaciones moderadas se han producido, se ha decidido mantener el nivel amarillo, fase 3 de alerta, ya que más de dos millones de personas residen en todas las poblaciones afectadas.
'Los pobladores están pendientes aunque no asustados porque están acostumbrados a vivir con el volcán' dijo el presidente municipal de San Nicolás de los Ranchos, Victoriano Meléndez de la Rosa.
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