Las obras son bocetos de la cripta de la colonia Güell
Los Mossos d'Esquadra han impedido la venta en una sala de subastas de Barcelona de dos dibujos de Antoni Gaudí, en los que se plasma el proyecto de la cripta de la colonia Güell, debido a la denuncia presentada por la parroquia de la colonia que considera que las obras son suyas. En su informe, la policía autonómica refleja que no hay irregularidades en la propiedad de los bocetos.
La licitación debía producirse en la sala Balclis, de Barcelona, durante la subasta que se desarrolla en dos sesiones, ayer y hoy. En la página web de esta firma se explicita que son dos dibujos a carboncillo, acuarela y gouache sobre papel, en los que se muestra la perspectiva interior y exterior de la cripta de la colonia Güell, realizados por Antoni Gaudí entre 1898 y 1908. Ambos se venden en bloque, con un precio de salida de 275.000 euros.
Las obras están en manos de un particular, pero la parroquia reclama su propiedad. La unidad especializada en patrimonio de la policía autonómica ha entregado las diligencias al juez de Sant Boi del Llobregat y en su atestado señala que las ha tramitado de forma urgente para que el magistrado pueda decidir rápidamente si pueden ser subastadas o no.
La historia de los dibujos es curiosa. Cuando estalló la Guerra Civil, los habitantes de la colonia quemaron matojos y leña para simular que destruían los enseres de la iglesia, pero en realidad los ocultaron; los utensilios del taller de Gaudí fueron a parar a la masia Can Soler y los objetos litúrgicos se escondieron en los túneles ubicados bajo la cripta.
En el año 1962, la masía fue adquirida por una mujer, que encontró en la carbonera los dos dibujos. En el atestado de los Mossos se lee cómo esta señora consultó en 1970 o 1971 a uno de los máximos conocedores de la obra de Antoni Gaudí, el catedrático Joan Bassegoda Nonell, que las autentificó. Las piezas fueron vendidas a un anticuario, quien años después las trasfirió a su sobrino, el actual propietario.
Según la denuncia del párroco del pasado día 4, se enteró por los medios de comunicación de que las obras iban a ser subastadas y se personó en los mossos para impedir la venta y reclamar la propiedad para la iglesia. Sin embargo, el actual propietario, que también ha declarado como testigo, ha mostrado su sorpresa, porque asegura que adquirió el lote en 1980 y que no era ningún secreto que a su vez su tío las compró a quien las halló en la carbonera. Además, su abogado, Felipe Izquierdo, ha entregado a la policía autonómica documentos para dejar constancia de que los bocetos de la cripta no han permanecido en el anonimato: han sido expuestos en numerosas ocasiones, en España y en el extranjero, y siempre señalando su procedencia. Por ejemplo, en el Museo de Arte de Nagoya, en 1989; en el Museu d'Art Modern de Barcelona, en 1992; en el Museu Picasso, también en Barcelona, en el 2002; en el Reina Sofía, de Madrid, en el 2003; o en el Metropolitan de Nueva York, en el 2007.
Curiosamente, el 31 de marzo del 2001, Lluís Permanyer aludía a ellos en La Vanguardia, y mostraba uno de los dibujos en un artículo donde señalaba que los diseños del arquitecto Jean Nouvel evocaban a Antoni Gaudí.
Los Mossos han consultado al Ministerio y a la Conselleria de Cultura, y llegan a la conclusión de que la legislación aplicable al hallagzo de ambos dibujos de la cripta es una ley de 1933, por la cual se protegían especialmente los yacimientos arqueológicos y las obras de los grandes maestros de la pintura española. Según las tesis de los expertos, el legado de Gaudí es arquitectónico, no en calidad de artista gráfico, por lo que no era obligatorio comunicar el descubrimiento de las obras. Además, dos agentes tomaron declaración en su domicilio a Bassegoda, quien señaló que, a su juicio, la venta era legal.
Los Mossos han depositado los dibujos de Gaudí en el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), y esperarán a que el juez decida si pueden ser subastados.
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