18 may 2012

Nuevas observaciones elevan el número de asteroides peligrosos para la Tierra

Las observaciones del telescopio espacial infrarrojo WISE (Wide-field Infrared Survey Explorer) de la NASA han dado lugar a la mejor evaluación de la población de asteroides potencialmente peligrosos en nuestro sistema solar. Los resultados revelan nueva información sobre su número total, orígenes y posibles peligros que pueden plantear, informa la NASA en un comunicado

Los asteroides potencialmente peligrosos, PHA por sus siglas en inglés, son un subconjunto del grupo más grande de asteroides cercanos a la Tierra. Los PHAs tienen las órbitas más cercanas a la Tierra, que no superen los ocho millones de kilómetros, y son lo suficientemente grandes para sobrevivir al pasar a través de la atmósfera terrestre y causar un daño a nivel regional o mayor. 

Los nuevos resultados proceden de la detección de asteroides de la misión WISE, llamada NEOWISE. El proyecto tomó una muestra de 107 PHA para hacer predicciones sobre toda la población en su conjunto. Los hallazgos indican que hay aproximadamente 4.700 PHA --con un margen de error de 1.500--, con diámetros mayores de 100 metros. Hasta el momento, se estima que entre un 20 a un 30 por ciento de estos objetos han sido encontrados. 

Mientras que las estimaciones anteriores de PHA preveían un número similar, eran aproximaciones. NEOWISE ha generado una estimación más fiable de objetos totales y tamaños. 

"El análisis nos muestra que con NEOWISE hemos hecho un buen comienzo en la búsqueda de aquellos objetos que realmente representan un peligro de impacto con la Tierra", explica Lindley Johnson, responsable del Programa de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA en Washington. "Pero tenemos muchos más para encontrar, y se necesitará un esfuerzo concertado durante el próximo par de décadas para encontrar a todos los que podrían causar graves daños o ser un destino de la misión en el futuro."


En órbitas cercanas 

El nuevo análisis también sugiere que hay casi el doble de PHA de lo que se pensaba probablemente residiendo en órbitas con "menor inclinación", y que están más alineados con el plano de la órbita de la Tierra. Además, estos objetos de menor inclinación parecen ser un poco más brillantes y más pequeños que los otros asteroides cercanos a la Tierra, y que pasan más tiempo lejos. 

Una posible explicación es que muchos de los PHA pueden tener su origen en una colisión entre dos asteroides en el cinturón principal que se extiende entre Marte y Júpiter. También puede ser que un cuerpo más grande, con una órbita de baja inclinación, puede haberse roto en el cinturón principal, haciendo que algunos de los fragmentos a la deriva entren en órbita cerca de la Tierra y eventualmente puedan convertirse en PHA. 

Los asteroides con órbitas de menor inclinación tienen más probabilidades de tropezar con la Tierra y serían más fáciles de alcanzar. Los resultados sugieren, por lo tanto, que los asteroides más cercanos a la Tierra pueden ser utilizados en futuras misiones robóticas y humanas. 

"El proyecto NEOWISE la NASA, que no fue planeado originalmente como parte de WISE, ha resultado ser una enorme ventaja", explica Amy Mainzer, investigadora principal de NEOWISE, en el Jet Propulsion Laboratory en Pasadena, California. "Todo lo que podemos aprender acerca de estos objetos nos ayuda a entender sus orígenes y el destino. Nuestro equipo se sorprendió al encontrar la sobreabundancia de los PHA de baja inclinación. Debido a que tienden a hacer aproximaciones más próximas a la Tierra, estos asteroides pueden proporcionar las mejores oportunidades para la próxima generación de la exploración humana y robótica. " 

El descubrimiento de que muchos PHA tienden a ser brillantes dice algo acerca de su composición, ya que son más propensos a ser de piedra, como el granito o metálicas. Este tipo de información es importante para evaluar los peligros potenciales para la Tierra de estas rocas espaciales. La composición de su estructura afecta a la rapidez con que se puede quemar al entrar en nuestra atmósfera, si un encuentro tuviera lugar. 

Los resultados NEOWISE han sido aceptados para publicación en la revista Astrophysical Journal. 

La sonda WISE inició oficialmente la labor de auscultar el cielo con luz infrarroja el 14 de enero de 2010, un mes después de ser lanzada al espacio desde la base Vandenberg de la Fuerza Aérea de EEUU en California. Además de detectar asteroides en el sistema solar, la sonda tiene la misión de observar galaxias que se encuentran a miles de millones de años luz de la Tierra. 


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